(Frontiers / Mastertrax)
Después de anunciarlo hace bastante tiempo y largamente esperado por sus fans, el próximo mes de febrero verá la luz el primer trabajo en solitario del vocalista alemán Ralph Scheepers. Un señor que se ha ganado a pulso su reputación y que sin duda lleva muchos años en el top de los vocalistas del heavy metal por su potencia y versatilidad, sobre todo desde que puso su voz al maravilloso debut discográfico de los Gamma Ray de Kai Hansen “Heading For Tomorrow”. Antes ya había demostrado su valía en los dos primeros discos de los desaparecidos Tyrant Pace, de esto hace ya más de veinticinco años, y tras su paso por Gamma Ray se ha labrado una intensa y extensa carrera con Primal Fear junto a su inseparable Matt Sinner. Ahora nos ofrece este “Scheepers” en el que no encontramos grandes sorpresas en la forma de atacar los temas por parte de Ralph, con el poderío y registros habituales, recordando inevitablemente a su alter ego Rob Halford. Al comenzar a escuchar este disco tanto sonnido del propio Halford en solitario como de los mismos Primal Fear se deja notar en los dos potentes cortes iniciales. Abre “Locked In The Dungeon” de riffs profundos a cargo de Mike Chalsciak (guitarrista de la banda del vocalista de Judas Priest) y con la tremenda pegada del batería sueco Snowy Shaw (Dream Evil, King Diamond, Dimmu Borgir, Therion...) que se mantiene como uno de los elemntos destacados de todo el disco. El segundo tema “Remission Of Sin” se presenta sólido, con un penetrante dueto vocal de Ralph junto a Tim “Ripper” Owens, destacando por su coreado estribillo y sus cruces de guitarras a lo Judas-Accept a cargo de Magnuns Karlsson y Sander Gommans, aunque chirría un poco en el solo. Baja el pistón modernizando el sonido para “Cyberfreak” con una ambientación más pesada y machacona, y para la melancólica “The Fall” de ritmo tendido, buenas guitarras y voces dobladas. Va creciedo la intensidad en “Doomsday” que comienza misteriosa y lento para romper con la gran pegada y técnica de Snowy que aporta ligeros tintes progresivos junto a las ambiantales teclas de Matt Sinner que también se encarga del bajo. Reaparece el puro heavy metal con el ritmo martilleante de “Saints Of The Rock” de coros hímnicos grandilocuentes a lo Manowar, y que recupera de su etapa en Tyrant Pace como una de sus piezas más destacadas. No menos que la buenísima versión que se marca de “Before The Dawn”, tema de culto de Judas Priest, de los pocos lentos y acústicos de los de Brigimingham, y que Scheepers clava junto a la guitarra del brillante hacha de Rage Victor Smolski. Vuelven los riffs poderosos con “Back On Track”, que acelera con agresividad sobre una técnica y misteriosa base, y con la clásica “Dynasty” llena de motivación en su estribillo pero algo oscura en su instrumentación. Una oscuridad también presente en la densa “The Pain Of The Accused” de ambiente plomizo y dramatizado a lo Circle II Circle-Savatage y en la que participa poniendo la acústica su ex compañero Kai Hansen. El sonido más cercano a los primeros Primal Fear se deja notar de nuevo en el ritmo y las guitarras de “Play With The Fire” donde se reitera su estribillo claro y se doblan las guitarras al estilo clásico. El cierre definitivo lo pone “Compassion” un relajado medio tiempo acústico adornado por unos curiosos detalles eléctricos y de acordeón que le dan un curioso aire folkie final. Cierre original para un disco variado, versátil, y que creo que agradará tanto a los fans más acérrimos de Primal Fear como los seguidores del heavy metal de calidad en general.
Mariano Palomo
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