(ROAR Rock Of Angels Records)
El sonido se puede asemejar al de
Masquerade, hard enérgico de tinte
actual pero con más raíces clásicas, cuidando las melodías con unas guitarras
tremendamente punzantes y unas bases muy sólidas, para conformar una docena de
competentes composiciones que comenzamos a degustar con la poderosa “King Of
The Hill” actual y pesada en su ritmo cortado por un venenoso estribillo con un
logrado punto de suciedad que no emborrona sus grandes melodías de voz.
Mantienen la línea en “Heaven Or
Hell” con guitarra y bajo sonando gordos, muy rítmica, aleando melodía y pegada
sonando a los germanos Pink Cream 69,
sobre todo por algunos giros vocales de Tenning,
que comparte protagonismo con unos arreglos de teclados que recuerdan
ligeramente a Ozzy de finales de los
ochenta en la envolvente “Perfect Storm” que acaba atrapando por su solidez y
buenos detalles instrumentales dentro de una curiosa ambientación espacial.
Con “Breathless” llegamos a uno
de los momentos en los que más presente está el espíritu de Masquerade, un corte dinámico, de
buenas melodías, equilibrando teclas y guitarras que empastan con la interpretación
vocal más scandi A.O.R. del trabajo, sencilla y efectiva pieza. Una de mis
favoritas del disco junto a otras como la deliciosamente insinuante “Drifting
Away” más clásica con la voz más nasal dentro de un orgánico tempo medio a lo Glenn Hughes, o como la evocadora “Easier
Said Than Done” dotada de unos buenos juegos electro acústicos y unas
magníficas armonías vocales que transmiten con poderío pero sin estridencias y
donde la esencia Zeppelin se nota en
el ambiente, al igual que en “Still In Love” con unos rasgueos y arreglos que
recuerdan mucho a Jimi Page
insertados dentro de una hechizante melodía.
Baja el nivel un poco con “Babylon”
más densa y sombría en su ritmo pero con unas expresivas voces reiterando su
estribillo que se mezcla con unos originales arabescos, pasando a territorio
más actual con “Hero” subiendo la distorsión dentro de su creciente ritmo
suavizado por unas buenas melodías de voz a lo John Sykes en Blue Murder
para crear un interesante contraste, al igual que en la cruda y venenosa “Games
Of War” donde la guitarra de Andersson
incide con filo dentro de su oscilante cadencia.
Se completa el disco con la correcta
“I Don’t Care” en la que el bajo de Lundberg
resalta sobre el resto marcando un ritmo marcial sobe el que se desarrollan unas
armonías vocales dobladas que culminan en un claro estribillo y un curioso solo
de guitarra, para cerrar con “Ends With Me” potente y melódica con la precisa pegada
de Grandlund sosteniendo los desgarrados
riffs de Andersson replicados por
otra gran interpretación vocal de Tenning.
Buena carta de presentación para Volster que debería servirles para
empezar a ser tenidos en cuenta por parte de los seguidores del hard actual
pero sin olvidar nunca los orígenes del género.
Mariano Palomo
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