(The Fish Factory)
Dentro de la evolución general
del grupo me llama especialmente la atención como ha progresado el cantante Israel Hernansáiz, mostrando una mayor gama
de matices en su voz, sobre todo en las partes más melódicas, sin dejar de lado
la garra que tenía desde el principio. Las guitarras de Oscar J. López también crecen, con unas melodías trabajadas y
asequibles, junto a los teclados de Carlos
Morr que tienen una importante cuota de protagonismo, mientras Oscar Salas “Cherokee” al bajo y el
tercer Oscar, Pérez (Nexx, Atlas, Monterrey) a la batería sostienen la base
rítmica con clase y solidez.
Abren el disco con “Siempre Vas a
Estar” tema de hard melódico cercano al A.O.R. con una cuidadísima melodía
vocal perfectamente empastada con la de guitarra rodeada de unos exquisitos
coros, desprendiendo encanto dentro de un ritmo atemperado pero sólido, que se
intensifica en la más setentera en sus guitarras “Cuando Me Miras” con ese deje
Whitesnake característico de la
banda y de nuevo con unos excelentes coros y unos orgánicos teclados para dar
soporte a su sensual propuesta, como sucede en la sinuosa “Tú En Mi Vida” en la
que meten algún repunte rítmico con las voces llenando antes de romper en un
potente solo de guitarra.
Más ritmo y dinamismo con la
brillante “Nunca Vuelvas”, profunda, con rollo y arrogancia, mostrando la voz
de Israel expresiva y algo
desgarrada para desarrollar una letra llena de despecho a lo “No Eres Nadie” de
Sangre Azul y dejando un ligero
barniz sinfónico en los teclados de Morr
y en el marcado bajo de Cherokee. Mayor
protagonismo para la guitarra de Oscar
J. en “Abre Los Ojos” que ya me llamó la atención cuando la presentaron en
directo el pasado mes de mayo dentro del Hard Rock Attack y que ya se ha
convertido en una de mis favoritas del grupo por su gran capacidad a la hora de
combinar rítmicas rotundas y cuidadas melodías con unos buenísimos coros marca
de la casa.
Momento romántico y cálido con “Invierno
en Octubre” precioso medio tiempo lleno de melodía y sentimiento con unas
grandes voces rozando el A.O.R. y con las teclas otra vez muy presentes para
acompañar otras excelentes guitarras con detalles acústicos, para meter más
ritmo sin salirse en exceso de la línea más melódica con “Revolución” el otro tema que ya había escuchado en directo y
que recordaba más cañera, con una excelente base rítmica sobre la que guitarras
y teclas rodean la convincente interpretación vocal de Israel que sin necesidad de subir mucho llega fácil, sobre todo en
su claro estribillo, al igual que en “Ya No Estás” más cruda en su base pero
igualmente melódica en sus voces y teclas.
Sube el ritmo con aires
ochenteros en la sugerente “Reino del Placer” con unos coros apoyando con
fuerza y nitidez la potente voz principal que sobresale junto a unas guitarras llenas
de intención y calidad, sin olvidarnos de los teclados que siguen brillando
orgánicos en la más heavy “El Templo del Sol” cabalgando sobre intensos riffs y
marcadas líneas de bajo recordando a los primeros Rainbow para acompañar el esotérico relato de su letra.
El cierre lo pone “Contigo”, una
suave balada acústica desnuda y llena de sentimiento que me da la sensación que
está dedicada al hijo o hija de algún miembro o allegado del grupo, con la voz de Israel profunda y apasionada en tonos medios que varían para enriquecerla
dándole color y calor a una preciosa interpretación. Bonito final para
completar un muy buen trabajo que confirma la alternativa de 7 Almas como banda a tener muy en
cuenta dentro del hard rock nacional.
Mariano Palomo
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