(Ear Music)
Entre los cuatro han creado un
difícilmente calificable disco, arriesgado en su sonido que en general se
podría denominar como “Prog Pop”, pero en el que se dan cita elementos étnicos,
funk, blues, rock, jazz o reggae, con lo que el resultado es de todo menos
homogéneo, con pocas concesiones a la comercialidad a pesar de la base pop de
bastantes melodías vocales, y con momentos ciertamente difíciles de descifrar.
Comienzan de forma festiva con la
animada “Zombies In The Mail” de aires caribeños en sus arreglos dentro de unas
melodías alegres con el bajo muy marcado junto a los golpes de batería acompañados
de acertados arreglos de viento junto a los sonidos más progresivos de
guitarra, para empezar no está mal. Más experimental y compleja resulta “Over
My Head” de ritmo cortado con la voz de Copeland
engolada hasta llegar a un claro estribillo coreado entre sonidos opacos con
toques electrónicos y progresivos.
Tras la marcianada anterior
atacan con la simpática “Man In The Mountain” a ritmo de atemperado reaggae
resaltando sus voces y sus teclados orgánicos marcando la diferencia dentro de
su suave instrumentación, también tiene lo suyo lo de meter algún relinche de
caballo entre medias. Siguen en modo lento y pesadito con “Summer’s Coming” igualmente
suave con cierto cuerpo pero con muy poquita gracia, muy monótona, mejorando
algo en clave más sinfónico-progresiva con “Sweet Angels (Rule The World)” que
crece en su estribillo junto al bajo
marcadísimo de King desembocando un cargante
solo jazzie de Belew.
Continúan tirando de efecto
megáfono en la humorada “Amaka Pipa” una extravaganza progresiva con toques
africanos con unas guitarras que acaban resultando algo estridentes salvadas
por algunos sonidos de órgano, aclarándose y suavizándose ligeramente en la más
envolvente “Strange Things Happen” con las melodías de voz y guitarra cercanas a
los Police de Copeland resultando bastante agradable, volviendo a la versión más
marciana con la intimista “Ride Your Life”, con la extrañamente atractiva “Zubatta
Cheve” mezclando ritmos étnicos, guitarras progresivas, y partes en italiano
haciendo honor a Milán como lugar de gestación de esta obra, y con la no menos
rarita “Spin This”, con unas voces indígenas que parecen sacadas de una danza
ritual dentro de una base progresiva desparramándose al final.
Para el final dejan dos de los
cortes que más me han convencido, la sugerente “I Know Too Much” que comienza
suave entre delicadas percusiones para ir creciendo intensa sobre unas buenas
guitarras progresivas y un bajo de aires funkies consiguiendo un interesante
resultado, al igual que en la instrumental “Stark Naked” desarrollándose entre
bonitas melodías de guitarra más hard rockeras con llegada y profundidad junto
a un piano jazzie y a un profundo bajo siendo un notable cierre para este inclasificable
CD.
A algunos les parecerá una
genialidad, a otros una rallada difícilmente digerible, lo que no hay duda es
que talento y trabajo hay, otra cosa es que nos convenzan más o menos las
canciones, por mi parte me quedo con el buen nivel instrumental y la originalidad
de los temas, aunque diciéndome poco la voz de Copeland que evidentemente sigue tocando mejor la batería de lo que
canta, y con algunos momentos excesivamente extraños para mi gusto. Desde luego
el que espere un disco de The Police
o algo parecido que se vaya olvidando.
Mariano Palomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario