(Avispa)
Hace unos días tuve la
oportunidad de asistir a la presentación en sociedad en el Hard Rock Café de
Madrid de este nuevo proyecto que bajo la denominación de Universa recoge gran parte de la esencia de una banda tan
interesante como infravalorada como fue Cuatro
Gatos. En dicho acto, además de una gran expectación, se respiraba una
ilusión y unas ganas que hacía tiempo que no observaba con un nuevo
lanzamiento, una expectación perfectamente justificada una vez escuchado el
resultado final del disco registrado por el grupo.
Ahora empiezan en esta nueva
aventura tres de los miembros originales de aquella formación, Joaquín Arellano “El Niño” (batería), Pedro Vela (guitarra) e Iván Urbistondo (voz), acompañados por Ismael Filthó (teclados) también en Cuatro Gatos en su última etapa, y por Miguel Lozano (bajo) que aparece como
invitado y cuyo puesto es ocupado por José
del Pino (Black Hat), como integrante fijo del grupo. Todos ellos ayudados
por el productor de cabecera de Avispa, David
Martínez, han dado forma a un disco que es una lógica continuación de Cuatro Gatos, pero con algún matiz más
duro.
Ese punto más de dureza viene
dado en buena parte por la voz de Iván,
por momentos más áspera y cruda de lo que nos tenía acostumbrados, descubriendo
registros más amplios y teatrales de los que conocíamos hasta ahora más hard
rockeros y melódicos, sin que esto quiera decir que haya perdido su
personalidad, simplemente creo que ha evolucionado y ganado en expresividad,
aunque perdiendo algo, no mucho, de melodía y potencia. Al principio choca un
poco, pero creo que encaja perfectamente en las composiciones.
Ya con “Vuela Alto”, primer corte
del CD, vemos que el hard-heavy progresivo va a predominar, dejando que las
líneas vocales se expresen con claridad dejando un positivo mensaje de
superación dentro de un trabajado entramado de sonidos de guitarra y teclados
desarrollándose por el compacto sustento rítmico que ofrecen El Niño y Miguel Lozano. Más dramatizado resulta el primer single-vídeo “Una
Vez En La Vida” versátil e intenso tema que crece con las escuchas, al igual
que el resto, y en el que un comienzo algo sombrío da paso a un brillante y
potente estribillo acompañado por una rotunda instrumentación que recuerda a
los neoyorquinos Dream Theater, y no
es la única vez que sucede a lo largo del disco.
Más oscura e inquietante resulta “Por
Un Sueño” con una ambientación tétrica alternando Iván tonos vocales opacos y limpios a modo de diálogo mandando
junto a las teclas de Filthó creando
una ambientación al estilo de “El Sueño
De La Razón” último disco de Cuatro
Gatos, o del proyecto dedicado a Edgar
Allan Poe “Legado De Una Tragedia”,
dónde bien podría encajar también “Desde El Espejo” una atormentada composición
con los arreglos de piano de David
Martínez dejándose notar, al igual que en la melancólica “Una Alianza”
dotada de un intenso sinfonismo.
El sinfonismo también marca “Fuerza
Mental” rodeando su interesante mensaje de autoafirmación de una cuidada instrumentación, que se dinamiza para
dotar de más ritmo a “Sin Miedo a Vivir” uno de los cortes más inmediatos del
disco con una bonita melodía en su estribillo creciendo sobre una sólida base y
unos aportes de guitarra algo más hard rockeros que también aparecen con un
barniz más sinfónico en “Gravedad Cero”, volviendo a terrenos progresivos en
los desarrollos de la magnífica “El Regreso” muy Cuatro Gatos de la primera época creando una gran musicalidad
perfectamente reconocible para contar la curiosa historia de amor de un asesino
en serie.
Hay lugar para el lucimiento
meramente instrumental en los dos minutos y medio de “Metamorfosis” donde los
teclados a lo Marillion (época Fish)
destacan sobre todo su brillante desarrollo, completándose el disco con una versión
desnuda y más triste a base de piano y voz de la citada “Por Un Sueño” de nuevo
con David Martínez presente, que
también repite en una endurecida aunque bastante fiel revisión del clásico de E.L.O. “Twilight” con Iván ofreciendo un tono personal pero
bastante logrado para dejar un digno homenaje a la banda británica de Jeff Lynne.
Trabajo más que interesante, con
muchos matices, aunque algo falto de inmediatez que se palía a base de darle
vueltas para descubrir la gran riqueza musical que encierra. Esperemos que,
como ellos mismos dijeron en su presentación, sólo sea el comienzo de una larga
y fructífera trayectoria, los primeros pasos ya están dados y parecen lo
suficientemente firmes como para confiar en ello.
Mariano Palomo
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