(Frontiers /
Mastertrax)
Los norirlandeses Million Dollar Reload son una de
esas bandas que fueron capaces de sorprendernos, hace ya casi cinco años, con
su competente debut discográfico “Anthems Of Degeneration”, pero que por
alguna extraña razón igual que irrumpieron con fuerza desaparecieron casi sin
dejar huella hasta ahora que vuelven a engancharnos con este igualmente
adictivo “A Sinner’s Saint” que les devuelve al escaparate de la
actualidad hard rockera.
A pesar de haber transcurrido todo este tiempo entre los
dos discos la fórmula sigue siendo la misa, hard rock & roll lleno de
actitud, frescura y pegada, sin dejar de lado los aportes melódicos, y con un
grado mayor de calidad en el sonido de la mano del productor Neal Calderwood
que repite a los mandos técnicos.
Como decía no
descubren nada nuevo, pero lo hacen muy bien, encabezados por el vocalista Phil
Conlon que continua con su timbre aguardentoso pero limpio dando
personalidad unos temas en los que las guitarras de Andy Mackle y Brian
Mallon se dejan notar a base de bien sobre la potente base que forman Kie
McMurray al bajo y el recientemente incorporado Sean McKernan a la
batería.
Atacan con temas
enérgicos desde como la inicial “Fight The System” transmitiendo rebeldía e
inconformismo a base de riffs suficientemente sucios y punzantes, al igual que
en la más agresiva “I Am The Rapture” de buenas melodías de guitarra que
sofocan en parte el incendio provocado por la inflamable voz de Phil.
Encontramos esta
misma onda dura y pegadiza en la divertida pero rotunda “Bullets In The Sky”
tan sencilla como eficaz, como lo es “Headrush” marcada por su estribillo
brillante de cierto aire setentero en su cadencia pesada, que toma un giro más
agudo y algo sleaze para “Pretty People” donde combinan con acierto coros y
guitarras para crear uno de los temas destacados del disco que invita a la
fiesta a la primera escucha.
Este mismo espíritu festivo se transmite en cortes más
rockanroleros como la brillante y ensuciada “Blow Me Away” en la que destacan
sus coros recordando a los primeros Leppard, las más embarulladas “Can’t Tie Me
Down” descarada y áspera en su parte vocal, o “Wicked” con más melodía pero
igualmente distorsionada dentro de un ritmo menor.
No se quedan atrás
en cuanto a dinamismo y capacidad de enganche y son otras de las que más me han
convencido, “Smoke And Mirrors” con su hard rock arrastrado lleno de rollo a lo
AC/DC que se acentúa aun más en la final “If Ain’t Over” que cierra por todo lo
alto transportándonos a los mejores tiempos de la banda de los Hermanos Young
con Bon Scott al frente.
El tema más
relajado del CD, “Broken” es un medio tiempo-balada con arreglos acústicos y de
cuerda en segundo plano en la que Conlon exprime su potencial vocal
mostrando su cara más pasional y versátil pasando de registros suaves a
desgarrados amortiguados por unos buenos coros creando una buena atmósfera a lo
Leppard-Tesla, salvando las distancias.
Buen disco de esta
interesante formación que dábamos casi por desaparecida pero que
afortunadamente parece que vuelven con más ganas si cabe para hacernos mover
los pies. Más competencia para Airbourne, Bullet o ’77.
Mariano Palomo
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