miércoles, 30 de octubre de 2019

BON VIVANT “Cuentos y Retratos”


(Autoeditado)

Interesante paso adelante el que han dado en su trayectoria los madrileños Bon Vivant. Una banda que empezaba a rodar hace unos años dentro del circuito del rock melódico y el A.O.R., con buenas ideas e intenciones, pero que no acababa de romper a la altura de los referentes nacionales del género.

Con el EP “Poquito a Poco” (2013) se dieron a conocer para seguir avanzando ya con el larga duración “Un Juego de Ti” (2015) en el que mostraban buenas hechuras dentro de los sonidos melódicos más estándar y asequibles, rozando el pop rock de calidad, pero donde algunos echábamos en falta algo más de energía. Una energía que sí aparecía en mayor medida en sus shows como queda reflejado en su “Directo Arena” (2017) que sirvió para cerrar una etapa que, ahora tras un par de años, se ve superada con el lanzamiento de este nuevo y para muchos sorprendente trabajo.

Con la dupla formada por el vocalista Charly López y el batería Borja Bueno manteniéndose al frente de la banda, los cambios comienzan con la entrada del nuevo guitarrista Saulo RZ que sustituye a Javier Balmoral, completándose la formación con el bajista Abraham Roca, para crear entre todos ellos, más la fundamental participación de Carlos Escobedo (Sober) en la producción, un sonido actualizado mucho más afilado y potente pero sin olvidar su primigenia veta melódica.

De hecho ellos mismos se definen como un grupo de Modern Rock, nombrando entre sus influencias a bandas como 30 Seconds To Mars, Alter Bridge o Halestorm, dejando atrás referentes más edulcorados de sus inicios, aunque no totalmente. Una evolución que a unos gustará y a otros no tanto, a mí personalmente como concepto estilístico me atraía más el de sus anteriores trabajos, pero he de reconocer que con este cambio han crecido tanto compositivamente como en lo que a actitud y pegada se refiere, logrando un sonido más rotundo y compacto. Otra cosa es que no me convenzan ciertos arreglos electrónicos o los aires alternativos que sobrevuelan algunos pasajes del disco.

Un disco que arranca con “Tormenta a Casa”, tema que de primeras no me entró demasiado bien por esos toques alternativos pero que me ha ido conquistando tras sucesivas escuchas gracias a sus pegadizos coreos y a su expresiva melodía vocal creciendo junto a unas muy buenas guitarras. Algo parecido me ha pasado con el tema título “Cuentos y Retratos”, marcado por sus logrados cambios de ritmo dentro de una insinuante atmósfera en la que se nota la mano de Carlos Escobedo, que participa activamente a continuación metiendo una segunda voz en “Gritarle al Mar”, tema elegido como corte de choque a medio tiempo sobre un compás de vals, engolando la voces creando una bonita y atormentada melodía que encaja con intención entre los preciosistas arreglos de guitarra de Saulo a lo Pete Lesperance (Harem Scarem).

Se me caen un poco con el rollito electrónico inicial de “El Tiempo Robado”, pero van remontando en su desarrollo resultando más dinámica y enérgica alternando riffs pesados y cuidadas melodías, no entra muy fácil pero acaba siendo competente, metiendo un punto más de contundencia a lo Sober en “Hacia Rutas Salvajes” con especial mención a la pegada de Borja y una vez más a las guitarras de Saulo.

Llegamos a un tramo que me convence menos con “Invencible”, pop rock alternativo con toques electrónicos salvado en cierto modo por sus melodías de voz y sus arreglos de cuerda, o con el medio tiempo “Pido Perdón” que no me acaba de enganchar con sus vaivenes rítmicos mezclando suavidad y agresividad con fuerte presencia del bajo de Abraham, que sigue vibrando en la más melódica de ritmo entrecortado “Al Límite” marcada por unos intensos aportes de guitarra creando unos buenos repuntes tonales junto a la voz de Charly.

Llegamos al tramo final con uno de los temas más reconocibles respecto a su primera etapa, “A la Deriva” que es el corte más A.O.R. del disco con ciertos aires a La Trampa en sus estructuras de voz y con unas cuidadísimas melodías de guitarra dentro de una atemperada pero intensa cadencia, para cerrar definitivamente con la preciosa balada “Sueña” tremendamente emotiva y llena de poesía con ligeros arreglos de cuerda rompiendo potente en su parte final con un Charly excelente en una interpretación que me da la sensación que lleva una dedicatoria muy personal.

Lo dicho, un importante paso adelante para una banda renovada que intenta seguir haciéndose un hueco dentro del cada vez más complicado panorama rockero español.

Mariano Palomo

No hay comentarios: