(Provogue / Mascot
Label Group)
Lejos quedan los primeros noventa
cuando dentro de la avalancha de guitarristas virtuosos norteamericanos
cercanos al hard rock descubrimos a Gary
Hoey. Un señor que ha ido evolucionando su sonido en estos años y que lleva
ya tiempo instalado en el blues rock como uno de los nombres destacados del
género, pero sin abandonar otros palos. Con una amplia discografía ya a sus
espaldas, Hoey sigue ampliando sus
referencias y tras el brillante “Dust
& Bones” publicado hace tres años nos ofrece ahora esta nueva y
entretenida entrega donde vuelve a mostrar su gusto y versatilidad a las seis
cuerdas.
Comenzando por una cálida y
festiva “Under The Rug” en la que le acompaña su coetáneo Eric Gales dejándonos alegres fraseos y punteos sobre una sencilla
y efectiva base rítmica compartiendo protagonismo con unas buenas melodías de
voz en tonos medios. Unos tonos que se tornan más profundos en el blues clásico
y cadencioso de “Mercy Of Love” transpirando tórrida sensualidad con la
participación del guitarrista californiano Josh
Smith con el que se dobla en un técnico y sentido solo.
Ritmo tejano y polvorienta
ambientación para “Your Kind of Love”, vibrante y arrastrada ejecución de voz y
guitarra con toques slide magníficos quedando de lo más divertida, bajando el
tono pero para nada la intensidad con la profundamente descarnada y llena de
electricidad “Don’t Come Cryin’” en la que nos presenta al sucesor de la saga
familiar Ian Hoey ejecutando padre e
hijo un brillante duelo de mástiles lleno de esencia clásicamente blues.
Vuelve el sonido más festivo con “Still
Believe In Love”, luminoso corte de ritmo alegre, cálida melodía de voz y buenos
dibujos de guitarra coronados por un notable solo, para retornar a tesituras
intimistas con “Almost Heaven”, pausada instrumental hard blues preciosista y
emotiva a lo Gary Moore, destilando virtuosismo
y sentimiento.
Se prolonga la pasión con más
distorsión y peso rítmico en “I Felt Alive” con la voz de Hoey moviéndose sinuosa entre evocadoras notas y coros de tinte
sureño hasta llegar a otro solo de guitarra de gran nivel, bajando un par de
marchas en la expresiva instrumental “Waiting On The Sun”, de nuevo tocando
terrenos hard melódicos con solvencia creando una envolvente atmósfera llena de
encanto, que se rompe bruscamente a continuación con la incendiaria guitarra
inicial de “Dmaned If I Do” donde participa Lance López para dotarla de un tremendo feeling hard blues
polvoriento con aires a lo Stevie Ray
Vaughan en la guitarra y a lo Danny
Bowes (Thunder) a la voz.
No se despegan de la onda hard en
la más rítmica y pesada “Living The High Life” atemperada en su ritmo y
compacta en su sonido con cierto halo Zeppelin
sobrevolándola, para cerrar de nuevo en clave blues profundo con otra
instrumental que da título al disco “Neon Highway Blues” fantástico colofón que
acaricia los oídos marcando sus notas con clase y calidez. Gran final para un
notable trabajo, variado y bien ejecutado de la mano de unos magníficos
músicos.
Mariano Palomo
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