(Frontiers Music)
Comienza el disco de forma acelerada
con la contundente “Masters Of The Hall” frenética en su pegada, dura y áspera
en sus guitarras, agresiva en sus voces, pero matizada por registros teatrales
y power metaleros, creando un sonido que podríamos situar cerca de los Virgin Steele más contundentes con
algún ligero toque Mercyful Fate.
Sigue la misma línea de rotundidad y crudeza con la sencilla y efectiva “Black
Legend” que engancha con su potente estribillo sobre unas rítmicas con mucho
peso.
Vuelven aumentados los aromas a King Diamond en la terrorífica “Antichrist”
en la que crean una lograda ambientación transmitiendo intensidad y dramatismo
en la mejor interpretación vocal de Tecchio
dejando interesantes giros entre algunos cambios de ritmo progresivos con un
brillante aporte de Barnewold a la
guitarra para completar uno de los cortes más completos del disco. Continua la
ambientación más tétrica si cabe en la oscura “I Am The Bull” con Lepond dejando claro quién manda descerrajando
su bajo con virtuosismo entre su denso ritmo.
Vuelve la pegada y la velocidad
con “Avengers of the Eden” de guitarras abrasivas, bajos contundentes y voces desafiantes,
todo ello dentro de una sencilla estructura rítmica con algún elemento power
metalero que se acentúa para percutir seguidamente con “Hordes of Fire” metiendo
unos curiosos agudos entre sus pesados riffs, para cambiar completamente de
onda en la bucólica “The Mulberry Tree” con Tecchio mostrando sus tonos vocales más delicados entre suaves
notas de flauta, acústica y gaita, rematando con un buen punteo de guitarra
española a cargo de Rivera cerrando
la primera parte más estándar del disco, pero todavía quedan más de veinte
minutos por comentar.
Una última composición que bajo
el propio título del disco “Pawn and Prophecy” se desarrolla a modo de musical
u ópera rock basada en el “Macbeth” de Shakespeare
para que tanto instrumentistas como cantantes se explayen desde un grave solo
de bajo inicial que da pie a un ritmo guerrero con tintes medievales, pasando
por pasajes misteriosos, acústicos, corales, punzantemente metaleros, incluso
rozando el viking metal y el death, alternando con elementos progresivos y
orgánicos brillando las teclas de Pinella,
con redobles marciales y riffs dinámicos, y lógicamente con las cuatro voces
femeninas enriqueciendo y dando réplica a la masculina principal creando una
elaborada y brillante pieza plena de teatralidad y dramatismo, dejando incluso
algún retazo de rythm & blues entre tanta batalla sonora.
Interesante propuesta sin duda la
de Lepond y sus Silent Assassins para el público metalero, no solo para los fans de
Symphony X.
Mariano Palomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario