(Frontiers Music)

No encuentro prácticamente nada
del estilo ni de la calidad de las bandas referidas, ni a nivel compositivo, ni
interpretativo, ni desde luego del carisma y energía de estas, solo teclados saturantes
y voces sin cuerpo junto a guitarras endurecidas artificialmente para intentar
dar algo de fuste sin conseguirlo, dentro de un sonido moderno que no me transmite
absolutamente nada. En definitiva unos cuantos temas que salvo en un par de
casos apenas me han llamado la atención.
Supongo que los seguidores de
bandas más actuales dentro del rock melódico, o Nu A.O.R. por llamarlo de
alguna manera, les tendrán en mayor consideración y puede que les resulten más
atractivos los temas de este disco, seguramente quienes gusten del trabajo de
bandas como Reckless Love, a los que
ha producido el propio Wirtanen, Degreed, o Vega, por poner algún ejemplo, encontraran más elementos atractivos
que yo.
Decía que había un par de temas
que me habían llamado un poco la atención dentro del flojo nivel general que
para mí tiene este trabajo. El primero de ellos “Juliette” que dentro de ese
sonido lleno de sintetizadores pomposos y guitarras impostadas, por lo menos
tiene garra y fuerza en su estribillo y una melodía de aires ochenteros que me resulta
atractiva. El otro tema que rescato es “In a Blink of an Eye” en el que la
guitarra suena con más cuerpo y sentido acompañando una buena melodía de voz
que, aunque bastante poppy, me convence algo más.
Del resto de los temas me resulta
complicado resaltar algo, quizá la sencillez de “Hold On” con un estribillo
claro y recordable con unas guitarras correctas a buen ritmo, o el esfuerzo
compositvo en la extensa “Elegy (You Should Be There)” con unos tintes más
serios a ritmo medio donde tienen más presencia en la base rítmica Jan-Erik Iivari (batería) y Harri Kokkonen (bajo) y en la que dejan
algún detallito instrumental interesante.
Por lo demás “Welcome to the
Show” que abre el disco se salva mínimamente por el trato de las melodías
vocales que se ven ensuciadas por unos riffs distorsionados fuera de sitio y
por unos teclados saturantemente artificiales. Mismos argumentos aplicables a
“Nothing But Love” o a “I Wanna Be Your Superheroe” sepultadas en unas teclas
empalagosas que no pegan nada con unas guitarras endurecidas que aparecen de
repente como queriendo decir, “eh, que
somos rockeros”, algo que parece poco creíble escuchando cortes como “I
Will Never Stop Loving You” balada empalagosa y artificial con un vulgar solo
de guitarra, o “Take Me To Heaven” simplicidad total sin cuerpo a pesar de
intentar ser pegadiza reiterando su estribillo popero.
Se completa el trabajo con “You
Belong To The Night” medio tiempo-balada romanticona y pastosilla que parece
querer imitar a los Def Leppard post
“Hysteria” quedándose en un
insustancial intento, cerrando con la cadenciosa “We Can Rule The World” donde
se ponen medio místicos sin ninguna gracia siendo de lo más aburrida. En fin,
cierre a en la media del conjunto de un disco de ya ha pasado a mejor vida en
mi memoria, lo que no quita que haya gente a la que le guste, pero a mí desde
luego no me ha dicho prácticamente nada.
Mariano Palomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario