(The Fish Factory)
Descubrimos una nueva
banda de metal actual que se presentan bajo el nombre de Ebony Code con
su primer trabajo oficial titulado “Renacer”. En el mismo ofrecen nueve
intensas composiciones donde las guitarras duras y afiladas de Vicente
Sempere comparten primeros planos con la personal voz de Antonio
Meseguer, mientras que el bajista David González y el batería Juan
Antonio Moya se encargan de poner los cimientos rítmicos.
El sonido en general
es bastante actual, con esos característicos riffs marcadísimos pero sin
despreciar momentos melódicos en los que también tiene mucho que ver la
matizada voz de Antonio. Desde la inicial “Turbio Deseo” que se
desarrolla dentro de un ritmo cortado e intrigante con una base más puramente
heavy metalera, pasamos la original “Dulce Adiós” más sombría donde resalta la
técnica aportación de la base rítmica creando unos potentes cambios de ritmo,
conteniendo además un buen solo más hard de Vicente que le da más vidilla al
corte.
Aumenta la velocidad
en la más dura y arrogante “Injuria de Honor”, punzante y dinámica pieza con
buena pegada en la que intercalan una parte más suave con efectos bélicos, para
acabar repuntando con poderío, de lo mejorcito del disco, también por su letra
antibelicista. Un aspecto este del texto que también resalta en el medio tiempo
“Hasta El Final” entrañable en su mensaje de agradecimiento por parte de los
miembros del grupo hacia sus familias por darles su apoyo, pero que
musicalmente me ha dejado bastante indiferente salvo por su melodía de voz.
Algo parecido me ha
pasado en menor medida con “Carta de Despedida”, expresiva y sentida por parte
de Antonio dentro un ritmo suave que parece no acabar de arrancar hasta
que se endurece e intensifica con otro buen solo de guitarra y donde colabora Irina
Zheburn con una breve pieza de piano. Llegan prácticamente al nu-metal con
“No Es El Final” que se me hace excesivamente opaca y monótona con su afinación
moderna, mejorando algo en esta misma línea con “Cautivo del Juego” cortante
con su base bien marcada repuntando en algunas guitarras, y de nuevo con una
dura letra a cerca de la adicción al juego.
“La Pirámide” tiene
una cadencia pesada más clásica, con la voz limpia y casi recitante creando un
ambiente misterioso sobre unos densos riffs, pero también con muy poco ritmo.
Un ritmo que desaparece prácticamente completo en la oscura “Renacer” que me
parece muy monótona con su rasgueo distorsionado para cerrar este CD que no me
ha acabado de seducir, aunque bien es cierto que se atisban buenas intenciones
que esperemos sepan plasmar de forma más atractiva en próximas entregas.
Mariano Palomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario