(Ear Music)
Un paso más dentro de este
marasmo de lanzamientos es “The Shadow
Self” el álbum con el que según parece la vocalista nórdica intenta volver
a sus orígenes más cercanos al heavy metal y bueno, si por volver al heavy
metal entandemos meter guitarras más distorsionadas y duras, pues vale, en
cierto modo lo ha conseguido, pero desde luego su vena lírica sigue presente,
algo que por otra parte es uno de sus rasgos característicos y que creo no debe
perder, eso sí utilizándolo en su justa medida y sin empalagar tanto como suele
hacerlo en ocasiones, buscando el equilibrio que tan buenos resultados le dio
en sus inicios.
Así pues encaramos este nuevo
disco de Tarja con cierta
expectación y escepticismo encontrándonos con romántico y melancólico sonido de
piano con el que arranca la inicial “Innocence” bonito corte a medio tiempo con
importante carga lírica y dramática que va creciendo en ritmo e intensidad envuelto de una ligera orquestación que se
prolonga en un excesivo alarde de piano.
Cambio de tercio con la actual de
base prog power metalera “Demons In You” de guitaras duras alternando con
melodías vocales en las que participa Alissa
White-Gluz (Arch Enemy) en las partes más rotundas y agrias, creando uno de
los cortes que más me han convencido junto a la inquietante y preciosista “No
Bitter End” en la que Tarja luce
toda su clase dentro de un logrado contraste de bases poderosas y estribillo
comercial, al igual que en la más típicamente lírica “Diva” creando una
ambientación de película con su sólida orquestación.
A partir de aquí para mi gusto el
disco empieza a decaer bastante y se acaba por aburrirme, si bien la lenta y
envolvente “Love To Hate” ofrece buenos cambios de ambientación y cierta
versatilidad instrumental, al igual que “Undertaker” con una lograda
orquestación que resalta sobre su atemperada base power, o que la tétrica y
dramatizada “Calling From the Wild” creciendo la interpretación vocal dentro de
una rítmica más densa.
El resto pues no me dice
demasiado, “Supremacy” me resulta machacona y pesada dentro de sus tonos
medios, la acústica “The Living End” agradadle con cierto aire espiritual sin
más, como sucede con la power melódica “Eagle Eye” subiendo bien en el
estribillo y con la participación en tono narrativo del hermano de Tarja, Toni pero quedándose un poco a medias, llegando al cierre con la extraña
“Too Many” que comienza suave y lírica de forma correcta dramatizándose en su
desarrollo para alcanzar un frenético final maquinero tras un espacio en blanco
de dos minutos.
Lo dicho, un disco más dentro de
la trayectoria de una gran artista que para mí no termina de dar con la tecla
tras alcanzar el éxito absoluto hace ya algunos años.
Mariano Palomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario