miércoles, 27 de julio de 2016

Q5 "New World Order"

(Frontiers Music)

Cuando hace un par de años tenía la ocasión de ver la actuación de Q5 en el Sweden Rock Festival no tenía demasiado claro que aquello fuera a tener continuidad y que se quedaría en una mera reunión para nostálgicos. Pero mira por donde parece que el gusanillo les picó lo suficiente como para seguir dando conciertos y apareciendo en festivales, amén de publicar un nuevo trabajo en estudio treinta años después de la aparición de su segunda y última entrega hasta entonces “When The Mirror Cracks”.
Pero si Q5 se hicieron un nombre de culto entre los seguidores del heavy rock ochentero fue por su primer álbum, “Steel The Light” un disco tremendo que en su momento tuvo un amplio reconocimiento y cuyo original sonido conquisto a un buen número de fieles. Ahora parece que quieren reverdecer laureles con esta nueva obra y, aunque lejos de conseguir el nivel de antaño, creo este regreso puede considerarse bastante digno, con algunos temas perfectamente recordables e idóneos para el directo compartiendo espacio con otros más pesados y obviables.
En cuanto a la formación se mantienen el 60% de sus músicos fundadores, el original vocalista Johathan Scott K, el competente guitarrista Rick Pierce y el excéntrico bajista Evan Sheeley, a los que acompañan actualmente el batería Jeffrrey Mccormack (ex Fifth Angel, ex Nightshade) y el guitarrista Dennis Turner.
En este nuevo disco el quinteto recupera buena parte de la esencia primigenia de Q5, pero aportando toques más puramente hard rockeros, sobre todo en la primera parte del track list donde se alternan temas guitarreros y crudos con la voz de Scott K forzada y áspera, con otros mucho más épicos en unos tonos más graves y melódicos. Entre los primeros nos encontramos con la inicial “We Came Here To Rock” todo motivación en clave hard rockera clásica de guitarras sencillas y eficaces junto a unos coros que golpean con fuerza en su estribillo recordando a los canadienses Helix quedando bastante resultona y apropiada para abrir fuego.
Más o menos en esa misma línea de voz cazallera, guitarras sucias y ritmos adictivos se mueve “The Right Way” sobrevolada por la sombra de AC/DC, al igual que la frenética y festiva “Tear Up The Night” que nos hacer mover el pie compulsivamente reiterando su contagioso estribillo y su incisivo riff.
Entre medias de los cortes citados otros más “serios” como “One Night In Hellas” de rollo hímnico guerrero con la voz de Scott K mucho más engolada y moderada subiendo un poco en el estribillo bien acompañada por una rítmica marcadísima de Turner, al igual que en el tema que da título al disco “New World Order” heavy rock ochentero épico de manual con un muy buen solo de guitarra doblándose sobre una base de bajo muy presente y de nuevo con otro estribillo coreable e ideal para el directo. Se cierra esta primera parte con “Halfway to Hell” de nuevo con ese toque guerrero e hímnico desarrollándose dentro de una sencilla cadencia que invita al coreo puño en alto.
En este punto llegamos a la mitad del CD con “A Prisoner of Mind” un corte largo que corta un poco el rollo por su excesiva monotonía siendo de lo más denso del trabajo junto a “Land Of The Setting Sun” que resulta algo más intensa pero igual de pesada.
Los ritmos cabalgantes y las referencias épicas siguen presentes en piezas como “Unrequieted (A Woman of Darkness and Steel)” de cuidada melodía vocal en tonos medios pero penetrantes, “Fear Is The Killer” más cañera y acelerada con la voz más nasal a lo Byfford como en la final “Get Next To You” que aparece a modo de bonus track sencillo con mucho ritmo y rollete, eficaz sin complicarse.
El tema que más me recuerda a los primeros tiempos de Q5 es “Just One Kiss” por su preciosa melodía de guitarra que me trae recuerdos de su maravillosa “Lonely Lady” dentro de su sugerente ritmo atemperado, que se tranquiliza más aun en el inicio acústico del medio tiempo “A Warrior’s Song” que va cogiendo fuerza y altura sin perder nada de melodía con la rotunda entrada de la eléctrica y la percusión en onda Fifth Angel total.
Se completa el disco con la instrumental “Mach Opus 206” muy heavy de ambientación algo tenebrosa con riffs pesados mezclados con muestras de virtuosismo guitarrero evocando a los sherders de los 80’s como, en general en casi todo el trabajo que, como decía, sin llegar mucho menos al nivel de “Steel The Light” está bastante bien aunque hay que darle unas cuantas vueltas para exprimirlo completamente.

Mariano Palomo

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