(Frontiers / Mastertrax)
Después de la tremenda decepción que supuso para muchos de sus seguidores, entre los que me incluyo, el lanzamiento de “Hole In The Sun” hace ya cuatro años, los californianos Night Ranger han hecho honor a sus origenes y su calidad y han vuelto con un fantásitco trabajo en el que recuperan toda la fresucra y esencia hard rockera perdida en su anterior trabajo. Parece que el trío fundador Jack Blades (bajo y voz), Kelly Keagy (batería y voz) y Brad Gillis (guitarra), han encontrado en Joel Hoekstra (guitarra) y Eric Levy (teclados), los socios perfectos para volver a convencerme y engancharme como lo hicieron sus primeros y enormes trabajos que para mi están al menos a la altura de los grandes clásicos las vacas sagradas del rock melódico americano. Es un gustazo volver a escuchar los ritmos y estribillos divertidos y pegadizos de antaño en temas como “Growin’ Up In California” llena de clase y energía, o en la fresca y sólida “Bye Bye Baby (Not Tonight)” en la que las guitarras de Gillis y Hoekstra se salen junto a las voces de Blades y Keagy, o en la melódica y contagiosa “No Time To Lose Ya” que tiene unas voces brutales. No les van a la zaga la más cañera “Lay It On Me” con la potente voz de Keagy arriba junto a unos maravillosos coros, al igual que en la más original “Follow Your Heart” con un buen apoyo en las teclas de Levy llenandolo de melodía y empaque, y en la más gamberra y directa “Rock n’ Roll Tonight” que debería funcionar muy bien en sus shows. Se acercan más al A.O.R. clásico en la dinámica “It’s Not Over”, para recordar a los Beatles en las voces y arreglos de la más actual “Live For Today”, cercana a lo que hicieron en “Feeding Off The Mojo” sin Blades en la banda. Más sobria resulta “End Of The Day”, que va tomando cuerpo con unas enormes voces llenas de melodía, al igual que sucede en las más relajadas “Time Of Our Lives” adornada por piano y acústicas, y en la final “Say It With Love” en la que la voz de Blades toma el protagonismo junto a los teclados más presentes. Sencillamente un gran disco, casi a la altura de sus cinco primeras obras maestras y, para mi, por encima de otras buenos trabajos intermedios como “Neverland” o “Seven”. Night Ranger han vuelto, esperemos que sea para quedarse y ya, por pedir, que tengan a bien pasarse por España para poder disfrutar de su directo. Recomendadísimo.
Mariano Palomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario