(Producciones Malditas)
Desde los estudios Idemm de Parla se gestaron en la primavera de 2010 los temas que integran el debut discográfico de este cuarteto que se presentan bajo el nombre de Contrabanda. Un disco este “Trece” que ofrece una carga de intensidad rockera de sonido actual, salpicada por letras reivindicativas y personales, pero que en mi opinión tiene una importante deficiencia en el aspecto vocal que le hace bajar puntos en su valoración final. Y no es que Javi, cantante del grupo, cante mal, pero creo que su voz es demasiado plana y carece de la fuerza necesaria para el tipo de actitud que parecen intentar transmitir las composiciones y textos del disco. Por su parte las guitarras de Juankar me parecen lo más resaltable a nivel instrumental, mientras que el bajo de Soto y la batería de Rober también tienen su buena cuota de protagonismo. Como comentaba hay ciertos mensajes precisan de mayor energía, caso de la arrogante y macarra “Tus Mentiras” con unos indisimulados aires The Cult, de la reivindicativa e inconformista “No Hacemos Nada” cercana al indie, al igual que la cumplidora “Revolución” con unos curiosos contrastes de guitarras. El rock & roll más guitarrero y directo aparece en cortes como la fresca y descarada “Sabes Hacerlo Bien” con buenos coros y un puntillo garajero, la dinámica “Fuera De Mi Piel” de buen nivel instrumental, o la convincente “Rock n’ Roll” que por su instrumentación me recuerda a unos Uzzhuaia algo descafeinados y por su voz a los aragoneses Tako. Muestran un sonido más actual e intimista en “Mírala” de ritmo pausado y algo pop, como sucede en la rasgada y pelín pachanguera “Mañana” de estribillo claro pero soso, o en la lenta “Te Cuidaré” con su pausada temática de desamor. Por el contrario afilan las guitarras y mejoran la intensidad en “No Quiero Verte” con arrastrado regusto setentero, en la corebale “Para Ti” que me suena a unos Sober más tendidos, para densificarse más en “No Hay” en la que luce Juankar con unas variadas guitarras y en la que la voz de Javi sí me resulta más apropiada. Un disco correcto, con buenas intenciones, pero que no acabar de rematrar corriendo el riesgo de ser demasiado duro para algunos poperos y/o demasiado blando para algunos rockeros, ustedes mismos.
Mariano Palomo
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