(Frontiers / Mastertrax)
Muchos palos, alguno merecido, se llevó el señor Michael Kiske por unas declaraciones efectuadas tras su salida de Helloween, en las que básicamente venía a renegar de su ex banda y de todo lo que oliera a heavy metal. Afortunadamente y tras algún que otro desliz discográfico (Supared), hace más de tres años volvió a la primera línea con este magnífico proyecto en onda más melódica llamado Place Vendome y en el que le acompañan grandes músicos como el bajista Dennis Ward y el batería Kosta Zafiru, ambos formando también la base rítmica de Pink Cream 69, el guitarrista de Fair Warning Uwe Reitenauer, y el teclista de Vanden Plas Gunther Werno. Todos ellos ya nos sorprendieron muy gratamente con su homónimo debut discográfico, y ahora con este segundo disco confirman la alternativa aunque con un sonido más melódico y cercano al A.O.R., pero sin perder nada de calidad e intensidad. Kiske sigue mostrando su tremenda calidad cantando en unos tonos más tendidos, olvidando los agudos imposibles, y exhibiendo su lado más cálido que se adapta como un guante a las composiciones del trío Torsti Spoof (Leverage), Ronny Milianowicz (Saint Deamon) y Robert Sall (Work Of Art) que firman nueve de las doce canciones del disco. Se encarga de romper el hielo “Streets Of Fire” que da título a la obra, engañosa en su inicio lento para luego romper con fuerza y poderío a base de potentes guitarras y buenas voces, recordando a los Axxis de Berny Weiss. Algo similar sucede con “My Guardian Angel”, de nuevo comienzo relajado de piano para irrumpir con potencia a base de feelin en la voz de Kiske, para ponerse más melancólicos con “Completely Breathless”, en el que el tratamiento vocal es más popero y con menos ritmo. El A.O.R. guitarrero llega con “Follow Me”, de clarísimo estribillo y buenos coros, para seguir en un ritmo más lento con “Set Me Free” de buena instrumentación y profundas voces. A continuación dos de los temas que más me han llamado la atención, la primera “Believer”, por su alegre y brillante ritmo contagioso en el que su estribillo se clava en el oído, y la segunda “Valerie (The Truth Is In Your Eyes)” por su elegancia y calidez a lo Toto, más bien a lo Work Of Art ya que es una de las firmadas por Robert Sall, y en la que insertan un ochentero y brillante solo de teclas de Werno. No desmerecen “A Scene In Reply”, un suave medio tiempo de arreglos intimistas que va haciéndose más alegre en su desarrollo, la dulce y agradable “Changes” que adolece algo de garra, o la dinámica y alegre “Surrender Your Soul” en el que teclas y guitarras típicamente A.O.R. llenan el tema junto a su buen estribillo. El final mantiene un gran nivel, con “Danger” un corte más hard rockero y elaborado, y con la balada “I’d Die For You” en la que su inicio recuerda al “Is This Love” de Whitesnake para mostrar una intensa y profunda composición en la que brillan todos sus integrantes. Muy buen disco una vez más, algo menos directo que el anterior, y que afortunadamente parece que muestra la continuidad que muchos le demandamos a un proyecto tan interesante y brillante como supone Place Vendome. Si este es el camino que ha decidido tomar Kiske de aquí en adelante, bienvenido sea.
Muchos palos, alguno merecido, se llevó el señor Michael Kiske por unas declaraciones efectuadas tras su salida de Helloween, en las que básicamente venía a renegar de su ex banda y de todo lo que oliera a heavy metal. Afortunadamente y tras algún que otro desliz discográfico (Supared), hace más de tres años volvió a la primera línea con este magnífico proyecto en onda más melódica llamado Place Vendome y en el que le acompañan grandes músicos como el bajista Dennis Ward y el batería Kosta Zafiru, ambos formando también la base rítmica de Pink Cream 69, el guitarrista de Fair Warning Uwe Reitenauer, y el teclista de Vanden Plas Gunther Werno. Todos ellos ya nos sorprendieron muy gratamente con su homónimo debut discográfico, y ahora con este segundo disco confirman la alternativa aunque con un sonido más melódico y cercano al A.O.R., pero sin perder nada de calidad e intensidad. Kiske sigue mostrando su tremenda calidad cantando en unos tonos más tendidos, olvidando los agudos imposibles, y exhibiendo su lado más cálido que se adapta como un guante a las composiciones del trío Torsti Spoof (Leverage), Ronny Milianowicz (Saint Deamon) y Robert Sall (Work Of Art) que firman nueve de las doce canciones del disco. Se encarga de romper el hielo “Streets Of Fire” que da título a la obra, engañosa en su inicio lento para luego romper con fuerza y poderío a base de potentes guitarras y buenas voces, recordando a los Axxis de Berny Weiss. Algo similar sucede con “My Guardian Angel”, de nuevo comienzo relajado de piano para irrumpir con potencia a base de feelin en la voz de Kiske, para ponerse más melancólicos con “Completely Breathless”, en el que el tratamiento vocal es más popero y con menos ritmo. El A.O.R. guitarrero llega con “Follow Me”, de clarísimo estribillo y buenos coros, para seguir en un ritmo más lento con “Set Me Free” de buena instrumentación y profundas voces. A continuación dos de los temas que más me han llamado la atención, la primera “Believer”, por su alegre y brillante ritmo contagioso en el que su estribillo se clava en el oído, y la segunda “Valerie (The Truth Is In Your Eyes)” por su elegancia y calidez a lo Toto, más bien a lo Work Of Art ya que es una de las firmadas por Robert Sall, y en la que insertan un ochentero y brillante solo de teclas de Werno. No desmerecen “A Scene In Reply”, un suave medio tiempo de arreglos intimistas que va haciéndose más alegre en su desarrollo, la dulce y agradable “Changes” que adolece algo de garra, o la dinámica y alegre “Surrender Your Soul” en el que teclas y guitarras típicamente A.O.R. llenan el tema junto a su buen estribillo. El final mantiene un gran nivel, con “Danger” un corte más hard rockero y elaborado, y con la balada “I’d Die For You” en la que su inicio recuerda al “Is This Love” de Whitesnake para mostrar una intensa y profunda composición en la que brillan todos sus integrantes. Muy buen disco una vez más, algo menos directo que el anterior, y que afortunadamente parece que muestra la continuidad que muchos le demandamos a un proyecto tan interesante y brillante como supone Place Vendome. Si este es el camino que ha decidido tomar Kiske de aquí en adelante, bienvenido sea.
Mariano Palomo