miércoles, 12 de noviembre de 2008

WARCRY “Revolución”

(Avispa)

¿Revolución, involución, cambio de rumbo, o simplemente imposición por parte de alguien? Es la pregunta que me surge después de escuchar esta nueva entrega de la banda del vocalista Víctor García. Y digo la banda de Víctor García porque tras la salida del batería Alberto Ardines, actualmente con su proyecto Sauze, el recio cantante es el único miembro fundador de la banda que continua en la misma retocando su alineación una y otra vez. En esta ocasión son el guitarrista José Rubio y el experimentado batería Rafa Yugueros los que se incorporan al grupo sustituyendo a Fernando Mon y al mencionado Ardines respectivamente, además de reducirse a quinteto con la salida del teclista gallego Manuel Ramil (también en Sauze), y con la continuidad de los otros dos Garcías, el guitarrista Pablo y el bajista Roberto. Una vez presentados los protagonistas de la obra, vamos con el contenido de la misma. Lo primero que hay que decir es que se olvidan prácticamente por completo del power metal épico y machacón al que nos tenían acostumbrados a base de himnos cantables a voz en grito y de composiciones pomposas, dando un toque más crudo y básico a su sonido, algo similar a lo que ya apuntaron en “¿Dónde Está La Luz?”, y en el que algo ha tenido que ver la producción, mejorable en mi opinión, de Natxo Liberty y José Lastra y la masterización de Tom Baker. Sencillamente creo que se han complicado menos la vida, han compuesto temas más asequibles, con un sonido de guitarras más clásico y rockero y con mucho menos presencia de teclados y de arreglos instrumentales que quedan relegados a un muy segundo plano. Se inicia este “Revolución” con la sencilla y algo embarullada “La Ultima Esperanza” en la que mezclan guitarras limpias y saturadas a ritmo de heavy clásico, secundada en la misma línea por la más elaborada y entrecortada “El Cazador”, bajando un poco el ritmo en “Nada Como Tú”, más melódica, rozando el medio tiempo, dejándose ver los teclados y con un buen solo de guitarra. Con “La Carta Del Adiós” aparecen los Warcry más habituales, con su power metal melódico de toque épico y guerrero y donde más a gusto encuentro a Víctor que, por otra parte creo que está bastante flojo a la mayoría del disco. Baja el pistón a continuación con las desgarradas “Invierno En Mi Corazón” de buenas guitarras y suaves cambios de tiempo, y con la intensa power ballad “Coraje” de nuevo con un gran solo y con la voz bastante rota. Empiezan a acelerar poco a poco con la más moderna “La Prisión Invisible” con su ritmo entrecortado y sus melódicas líneas vocales, que continúan en la sentida “La Vida En Un Beso” que comienza como balada y acaba rompiendo y mejorando con un afilado solo que la acelera. El final es más hard rockero y se dinamiza bastante con la sencilla “El Camino” a la que le falta algo de chispa pero que muestra la senda para la guitarrera “Absurda Falsedad” en la que vuelven a aparecer las teclas con buen criterio, al igual que en la sólida “Devorando El Corazón” en al que se me viene a la cabeza la imagen de Rainbow, o en la final “Abismo” de temática más oscura y en la que lucen más los instrumentistas con algún que otro guiño progresivo. Como decía al comienzo, ni más ni menos que la nueva orientación que Víctor García ha querido darle a su banda, a mi sin enamorarme no me ha disgustado, pero tengo la sensación que muchos de sus jóvenes seguidores echaran de menos a los Warcry más coreables. ¿Cuestión de madurez o cuestión de desgaste?
Mariano Palomo

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